La
presente muestra web contiene una selección de tangos compuestos
durante el período del régimen fascista en Italia.
Pero no se trata de una antología de canciones con tema político,
sino de ejemplares creados en un momento felizmente productivo de
la música ligera italiana y pertenecientes a un repertorio
homogéneo en cuanto a los rasgos musicales y literarios,
más allá de la variedad y riqueza de sus componentes
específicos.
Un nuevo recorrido trazado por Enrique Cámara, musicólogo
argentino que ha buscado, estudiado y reconstruído entre
las más treinta mil grabaciones en discos de 78 rpm. de la
Discoteca di Stato, la historia y la fortuna del tango en Italia
alrededor de los años Treinta.
Algunas de estas canciones permanecen aún hoy en la memoria
colectiva de los italianos (como Chitarra
romana,
Violino
Tzigano
y Tango
del mare).
Otras han sido olvidadas, pero alcanzaron una notable popularidad
en el momento de su creación y fueron objeto de numerosas
versiones por parte de famosos intérpretes (es el caso de
Ritornano
le rose,
Sei
tu,
Domani,
Tangolita,
Portami
tante rose).
Un tercer grupo de piezas ha sido seleccionado por su valor musical,
literario o documental (referencias a la situación política
o aspectos de la realidad social; relación con otros géneros
de la producción ligera italiana, española o argentina;
contactos con el estilo de ejecución de las jazz band).
Desde el momento de su llegada a Italia, el tango ocupó en
la imaginación colectiva de los italianos un espacio vinculado
con el erotismo, lo prohibido y el mundo de lo exótico. De
los tres aspectos, el último permaneció aferrado con
mayor persistencia al género. El mismo deseo de exotismo
que durante las últimas décadas del siglo XIX había
favorecido en Europa la organización de exposiciones universales,
el nacimiento de archivos sonoros dedicados a conservar msicas
extraeuropeas y las primeras investigaciones etnomusicológicas,
preparó el ambiente propicio para una recepción entusiasta
del tango llegado de ultramar durante los años que precedieron
a la explosión de la Gran Guerra. Si durante estos primeros
meses la fascinación ejercitada por el componente exótico
del tango provocó el nacimiento de múltiples y a menudo
delirantes atribuciones genéticas de este baile -se sugirió
su origen cubano, español y hasta asiático-, más
tarde esta misma connotación originó fantasiosos paralelismos
geográficos y culturales por parte de los autores de textos.
Paralelamente, la persistente connotación exótica
adjudicada al tango por creadores y consumidores italianos favoreció
la persistencia de su vinculación simbílica con la
cultura argentina . Esta especie de "marca de identidad"
del género provocó fenómenos curiosos como,
por ejemplo, la presentación de Agata -canción satírica
de Pisano y Cioffi fuertemente vinculada a la temática italiana
y con términos en dialecto napolitano- como "vero tango
argentino" en la grabación discogrífica realizada
por Nino Taranto. Si este hecho constituye una anécdota,
no lo es la omisión que cometen algunas publicaciones especialidadas.
[...] Por este motivo parece oportuno estudiar y dar a conocer uno
de los subgéneros del tango italiano en estos momentos en
los que asistimos a un nuevo auge del género rioplatense
en el mundo. Al fin de cuentas, la creciente presencia del llamado
tango argentino en ediciones discográficas, espectáculos,
escuelas de baile, programas televisivos y publicaciones de Italia
podría circunscribirse a una moda pasajera similar a las
que el género conoció en el pasado, mientras que su
homónimo italiano constituye un fenómeno de cuya continuidad
diacrónica dan fe los diversos estilos que se sucedieron
a través del siglo y cuyo grado de difusión y popularidad
puede constatarse hoy en centenares de localidades de todo el país.
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