El
más violento de los textos producidos por plumas prestigiosas
sobre el tema es, sin duda, el panfleto escrito por Marinetti bajo
el título: "¡Abajo el tango y Parsifal!",
seguido del aún más sugestivo subtítulo: "Carta
futurista circular a algunas amigas cosmopolitas que dan tés-tango
y se parsifalizan" . Entre otros conceptos, leemos su denuncia
de plagio dirigida a "los tangos parisinos e italianos, parejas-molusco,
felinidad salvaje de la raza argentina estpidamente domesticada,
morfinizada y empolvada".
La carta consituye un inequívoco caso de literatura futurista:
¡Tango, tango balanceo que provoca el vómito!
¡Tango lentos y pacientes funerales del sexo muerto! ¡Oh!
No se trata de religión, de moral, ni de pudor! ¡Estas
tres palabras no tienen sentido, para nosostros! Nosotros gritamos
¡Abajo el tango! En nombre de la Salud, de la Fuerza, de la
Voluntad y de la Virilidad

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