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Universidad de Valladolid
Museo dell'Audiovisivo

Discoteca di Stato

© 2002


Origenes del tango rioplatense Llegada a Italia El ventenio fascista "MILONGUITA" CUENTA SU CAÍDA
(el género en el tango)

En los tangos rioplatenses la mujer recibe una doble imagen: a la madre en cuanto elemento protector al que el hombre puede recurrir en los momentos de abandono, se opone la milonguera, cruel y desprejuiciada, que provoca la pérdida del honor, la fe y los bienes materiales del protagonista. Pero a menudo esta mujer es a su vez víctima de la acción de hombres que la corrompen con promesas de riquezas y la inducen a prostituirse. Las "engañosas luces" del centro de la ciudad -visto como lugar de pecado y decadencia física y moral- arrastran hacia la perdición a la mujer que se deja encandilar por ellas y la apartan irremediablemente de la pureza originaria del barrio que la vió nacer. En la tradición rioplatense esta decadencia femenina es siempre narrada por varones, cosa que sucede también a menudo en el tango italiano [L'altro amore]. La originalidad de Io conosco un bar consiste en el hecho de que es la misma protagonista quien nos relata la historia de su primera caída, que condicionará toda su vida (feliz idea con la que el autor asegura un mayor impacto emocional sobre el oyente). La segunda transposición temática de esta pieza concierne al café, local frecuentado aún hoy sobre todo por hombres en algunos barrios de Buenos Aires y Montevideo. En los tangos rioplatenses el café es visto como escuela de vida y metáfora del útero materno donde el varón puede consolarse de sus desilusiones amorosas ("si sos lo único en la vida que se pareció a mi vieja", confiesa el cantante al local en Cafetín de Buenos Aires, de Santos Discépolo y Mores). En Io conosco un bar el café de barrio rioplatense es reemplazado por un bar italiano, último y único refugio de la protagonista, situado en la periferia de la ciudad (espacio lejano del centro que aquí no es tratado como portador de decencia, sino como refugium peccatorum en el cual es posible encontrar consuelo y a la vez vivir la relación erética transgresiva sin tener que exponerse después al sufrimiento de los recuerdos).
En general, los autores italianos de tango imitaron el modelo rioplatense poniendo en boca del hombre herido los lamentos por la inconstancia, indiferencia e incluso abandono del que es objeto por parte de la mujer. Cuando un tango italiano habla de este tema en femenino puede suceder que confirme esta tendencia a mostrar la s‡dica satisfacción de la mujer al comprobar su predominio e influencia sobre los sentimientos del hombre. En Amore strano, tango de Bergamini e Borella conservado en la Discoteca di Stato pero no incluído aquí, la protagonista canta: "T'amo ma non son gelosa di te / però non ti nascondo / che se geloso tu sei di me / il mio piacere è profondo // T'amo ma non so parlare d'amor / peró che tu mi piaci / lo dico a baci con tanto ardor / da far soffrire il tuo cuor". A continuación, como si quisiera confirmar que este perverso juego de poder es una caracterástica distintiva del tango, canta: "A un tango assomiglia il mio amor / che è tutto un giuoco di vampe e di languor / un tango mi sembra di cantar / quando mi stringi al cuor senza parlar".
Sin embargo, no pocas veces estos autores escribieron textos de tangos que excluían las referencias de género, de modo que pudieran ser interpretados por cantantes de ambos sexos (cfr. por ejemplo,Un tango per te y Portami tante rose , Tango dell'abbandono, Chitarra stanca y Fammi sognar ! ). Es muy probable que ello haya contribuído a la difusión de temas como Sei tu , Domani y el Tango del mare , que presentan esta característica y fueron interpretados tanto por tenores como por sopranos. Otros tangos famosos sufrieron leves transformaciones en el texto para ser cantados por un intérprete de sexo distinto al original (vasta cambiar la palabra "pallido" por "pallida" en Violino Tzigano y "ebbro" por "ebbra" en el Tango del cuore).

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